Emprendedores: Creadores de crecimiento

América Latina desborda de potenciales emprendedores, pero no se está haciendo lo suficiente para promoverlos.

Publicado por Latin Trade
Desde vendedores callejeros hasta empresas multinacionales, América Latina ofrece multitud de historias exitosas de emprendedores. Ahora muchos de los gobiernos y dirigentes empresarios de la región opinan que deben hacer más para promover nuevos proyectos e impulsar de esa forma el crecimiento económico futuro.

En México, la creación de 50 grandes empresas por año podría incrementar el Producto Interno Bruto (PIB) en un 1 por ciento, según Endeavor, una organización internacional que promueve el crecimiento a través de los emprendedores. En Brasil, más de la mitad de la fuerza de trabajo formal del país se desempeña en pequeños negocios, dice Sabrae, una entidad que les brinda apoyo.

Cada vez más los latinoamericanos miran al emprendimiento como una opción de carrera. En Colombia, el 57 por ciento de la población de entre 18 y 64 años planea iniciar un negocio en los próximos tres años, frente al 13 por ciento en Estados Unidos, según muestran las últimas proyecciones del Global Entrepreneurship Monitor.

Aunque el dinamismo de los negocios en América Latina es sorprendente, la región todavía necesita un ambiente más amigable para los emprendedores. Las nuevas empresas frecuentemente se enfrentan a obstáculos mayores a los que deben superar sus pares en los países desarrollados, incluyendo una excesiva burocracia y la falta de capital de riesgo de origen privado. La cantidad de días que se necesitan en promedio en la región para comenzar un nuevo negocio es de 53, más de cuatro veces de lo que se requiere en los países industrializados, dice el Banco Mundial.

Pero mientras que el marco regulatorio podría ser más favorable para desarrollar y consolidar un negocio, atraer y desarrollar el capital humano son los factores clave para crear nuevas empresas y empleos en la próxima década. Algunos gobiernos tomaron la delantera en esto y crearon programas para atraer emprendedores altamente innovadores de todo el mundo, incluso aquellos que están tratando de que sus proyectos despeguen en Estados Unidos y Europa debido a la crisis financiera y las leyes migratorias que frecuentemente excluyen —en lugar de atraer— al talento extranjero.

En Chile, el gobierno espera que Startup Chile convierta al país en el centro de desarrollo de emprendedores de América Latina. Lanzado en 2010, les ofrece US$40.000 de capital y una visa por un año a quienes quieran desarrollar allí sus proyectos de empresas innovadoras. El programa pretende haber apoyado a 1.000 emprendedores para fines del año próximo.

Entidades sin fines de lucro, frecuentemente gerenciadas por empresarios, también fomentan el espíritu emprendedor, dando asistencia a jóvenes y a negocios que están en su fase inicial. Un ejemplo es Junior Achievement, una organización estadounidense que busca desarrollar las habilidades empresarias en todo el mundo. Junior Achievement les brinda a jóvenes de entre 15 y 25 años la oportunidad de iniciar una pequeña compañía y recibir asesoría de dirigentes empresarios locales.

Mientras algunos participantes desarrollan sus negocios al finalizar el programa, los que no lo hacen se benefician igualmente por incorporar conocimientos que pueden ayudar a sus futuros empleadores a ser más competitivos. “Simplemente por haber pasado por estos programas, la mayor parte de estos jóvenes terminan listos para integrar la fuerza de trabajo”, dice Rush. “Ellos desarrollan habilidades que les permitirán tener un alto nivel de eficiencia como empleados”, agrega.

Endeavor es otra entidad que impulsa a los emprendedores. Andy Freire, un reconocido empresario argentino y presidente del capítulo de la entidad en el país suramericano, dice que aunque no existe una receta mágica que garantice el éxito empresario, el desarrollo de emprendedores “de alto impacto” será clave para la creación de puestos de trabajo y un mayor crecimiento de América Latina.

En contraste con otro tipo de emprendedores, incluso muchos de los que manejan microempresas, los de alto impacto son individuos que construyen firmas que generan ingresos por millones y emplean a cientos de personas. “Los emprendedores de alto impacto pueden mover y transformar una industria, o cambiar drásticamente un país”, dice Freire.

Para impulsar emprendimientos de alto impacto, Freire apunta a la necesidad de mejores mentores y mejores niveles educativos. “Hay un enorme espíritu emprendedor, muchísima gente que comienza sus propios negocios, pero muy pocos tienen éxito y eso depende de la educación”, opina. Las universidades latinoamericanas, por ejemplo, podrían desempeñar un papel destacado en generar más emprendedores, agrega Freire.

“Se necesita un enfoque holístico para reducir el nivel de obstáculos que deben superar los emprendedores y al mismo tiempo hay que alentarlos a saltar más alto”, concluye.

Ryan Dube informó desde Lima.

Fuente: http://connectamericas.com/es/content/creadores-de-crecimiento

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